Si hablamos de residencias de día en Zamora, un asunto importante es aprender idiomas cuando estamos en la tercera edad. Los beneficios son muchos, dado que sometemos a nuestro cerebro a un nivel de exigencia que se traduce en la mejora de nuestro desempeño intelectual. Esta ventaja, que se materializa en todas las edades, es mucho mayor después de los 50 años.

Los que estamos familiarizados con las residencias de día en Zamora somos sabedores de que el aprendizaje de idiomas en la tercera edad es la mejor de las gimnasias para el cerebro. Así, se saca, además, mucho provecho al tiempo libre.

Los cursos de idiomas sirven, al mismo tiempo, para relacionarse con otras personas de la misma edad y familiarizarnos con otras culturas y costumbres. De esta forma, se amplía la visión del mundo, al tiempo que, incluso, se da un retraso de 6 años en la posible aparición de la enfermedad del Alzheimer.

Con el aprendizaje de idiomas conseguimos la mejora de la plasticidad cerebral. Potenciamos la memoria y el aprendizaje. La capacidad de concentración es mucho mayor y se ayuda a focalizar la atención y acabar con las distracciones.

Todos los neurólogos coinciden en que cuanto más se emplea el cerebro, menos fallos se dan en sus funciones. Con el aprendizaje de idiomas se crean conexiones nuevas, al cambiar de una lengua a otra. De esta forma, funciones como las del lenguaje quedan activas, al mismo tiempo que otras, como el juicio, la abstracción, el raciocinio o la capacidad de cálculo. La gimnasia empieza desde la primera lección.

Lo más importante es que, a través de la ejercitación del cerebro, nos manejaremos mejor en distintas situaciones o los proyectos a realizar.

En la Residencia-centro De Dia Mv GeriatrÍa estamos convencidos de que el conocimiento no entiende de años.